La Tendinitis Tibial
Siguiendo con el capítulo de los pies pronadores y supinadores, y recordando que por lo general todos los pies deben tener movimiento de pronación y de supinación, vamos a centrarnos ahora en cuáles son los músculos responsables de estos movimientos, y del motivo por el que se produce una tendinitis al finalizar la práctica deportiva, en este caso, una maratón y/o una carrera.
Para ello, vamos a partir en primer lugar del análisis rápido del movimiento de pronación y supinación a través de tres imágenes:
En la primera de las imágenes, se ve en color rojo el músculo Tibial Anterior, que es el responsable de que el puente ascienda. Este músculo tiene su origen por delante de la tibia, y se inserta en la zona más alta del puente (el escafoides). Cuando se tiende a elevar con mucha frecuencia seguida el puente se inflama y provoca dolor, tanto en la inserción como en la tibia.
En la segunda imagen, se observa como al apoyar el pie en el suelo, por la acción del peso del cuerpo todo el puente desciende. Esto sirve para amortiguar el impacto que se produce. En el caso de que no se dé este descenso del puente la energía generada ascenderá hasta la rodilla, cadera en incluso espalda en la zona lumbar. La acción del músculo Tibial Anterior hace que tras amortiguar el impacto el puente vuelva a su posición normal. Al repetirse muchas veces esta acción, puede general un proceso inflamatorio.
Finalmente, en la tercera imagen se observa el pie instantes previos a la propulsión, es decir, al paso. El puente vuelve a descender por la acción del músculo Peroneo Lateral Largo para trasladar todo el peso del cuerpo a la articulación entre el metatarsiano y el dedo gordo (círculo rojo). De manera que el paso finaliza a través del dedo gordo.
Tal y como se indicaba al inicio y en el capítulo anterior, estos movimientos de pronación y supinación (imágenes inferior y central respectivamente) son necesarios para realizar correctamente la marcha a paso lento. Sin embargo, en el momento en el que vamos a realizar una carrera estos movimientos se multiplican y se ejecutan infinitud de veces lo cual conlleva un gasto muscular importante. En el caso de corredores experimentados que ya llevan muchos años practicando la marcha y/o la carrera, sus músculos están prácticamente adaptados y siguen un protocolo de calentamiento y estiramiento adecuados. En el resto de los casos en los que no se cumplen estos condicionantes, o en el caso de que exista alguna alteración tanto en el pie como en el resto de la extremidad inferior (rodilla y cadera) e incluso en ocasiones en la espalda, se dará una alteración de la normalidad de estos movimientos, y en consecuencia, podrá aparecer la inflamación tanto del músculo Peroneo Lateral Largo como del Tibial Anterior. En otras palabras: aparecerá el dolor durante y después del acto deportivo.
Fuente: copomur
Autor: Carlos Blasco Garcia. Podólogo especialista en Patomecánica del Pie y en Podología del Deporte (UB)